
Hoy hago un stop provisional para tratar un tema de suma importancia: Internet Vs. La política.
Todos le damos a Internet un gran uso en nuestra rutina diaria, y los partidos políticos no van a ser diferentes. Ellos, mejor que nadie, saben que moviendo las fichas adecuadas, pueden alcanzar un poder absoluto mediante el uso de la web.
Ahi está el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuya página web www.barackobama.com ayuda a aquellos que se quedaron sin una pizca de fe en una vida pasada allí, en el país. Demuestra que la elección de los miles de ciudadanos que votaron por el demócrata fue la acertada, que él si es un presidente con fundamento, con los pies en la tierra (y estoy segura de que parte del mérito la tiene su mujer, una dama que destaca por su inteligencia y sabiduría). Pero no solo existe la página oficial: nos encontramos también con la siguiente página, www.my.barackobama.com, esta vez de nuestro país, en el que nos encontramos con todas las actividades recientes de la agenda del presidente. En efecto, Internet es la única herramienta capaz de unir los cinco continentes en uno solo.
La pregunta es: ¿ Utilizan los gobiernos Internet con el fin de unirse más a los ciudadanos? ¿O simplemente lo hacen para promocionar su campaña, crear publicidad y hacernos convencer de que eligiéndolos a ellos, ganaremos en salud? Haciendo caso del dicho "piensa mal y acertarás" creo que lo mas acertado, y sin ánimo de engañaros, seria admitir que no es oro todo lo que reluce.
Muchas veces, ellos pretenden comunicarse con nosotros. Me refiero a los de arriba, a los que están en el poder. Muchas veces, se plantan delante de las cámaras, y comienzan a hablar como si supiéramos perfectamente de lo que están hablando. Y muchas veces, se equivocan, porque volvemos a casa como salimos: sin pajolera idea de qué es lo que sucede en el mundo. ¿ Queréis un ejemplo?
¿Veis a lo que me refiero? Entramos a casa como salimos, sin pajolera idea. Pero no es el caso. Lo que quiero decir, es que, como en todas partes, no debemos fiarnos de lo primero que se nos presenta en bandeja. Evidentemente, en estas páginas dedicadas a los partidos políticos no está toda la verdad. No pretendamos buscar una clase de información política especifica, porque no la encontraremos. Si lo que realmente buscamos es encontrar algo que nos ayude a decidirnos a que partido escoger, no malgastemos el tiempo en ello, porque basándonos en eso, votaríamos a todos ellos: Todos pretenden hacer de este mundo (no vayamos tan lejos, de este país) un lugar mejor, sin terrorismo, sin paro, sin crisis, sin impuestos demasiado altos. Una bonita historia con final feliz, pero debemos tener en cuenta, de que ese final feliz será construida A SU MANERA. Por lo que no, no aparecerán "peros" en esas páginas.
Para aquellos que piensen que en verdad se esfuerzan por establecer una relación Estado-ciudadano, es cierto que esa idea puede llegar a ser posible. Es posible, como en el caso de los pequeños pueblos, que la página anime a los habitantes a contribuir a la deliberación política de esa localidad. Puede que el alcalde quiera aproximarse a las exigencias o propuestas de la gente del pueblo. Es posible una ciberdemocracia, en este caso. Pero no creo que salga mas allá de las localidades. No creo en la posibilidad de ciberdemocracia en el país entero, ya que es muy difícil llegar a un consenso, a un acuerdo común.
Opino que un político debería actuar en cuanto a su página web, como actuó en su momento Howard Dean, valiéndose de la difusión de información, movilización y interactividad. Muy astuto por su parte combinar las tres ventajas para estimular la participación autónoma de sus seguidores.
Lo mismo ocurrió con Obama, que supo aprovechar el momento boom de las redes sociales, haciendo campaña a través de ellas. Y no solo eso, sino que su rapidez y agilidad hicieron posible una aplicación para Iphone, convirtiendo el propio teléfono en una oficina pro-campaña. Obama paralizó la red, señores. Se hizo dueño de él. Redes sociales, eventos, concursos, vídeos musicales (Will.i.am)... ESO es lo que marca la diferencia de un buen presidente a otro: LA ASTUCIA. Obama fue astuto. ¿ Deberíamos asustarnos por tener a alguien astuto pilotando el país? Quizá si. Pero a día de hoy, no podemos negar que lo que él hace, es lo que deberia hacerse.
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