martes, 6 de septiembre de 2011

Yo tampoco me iré...


¡Muy buenas tardes/noches! Vuelvo a la escritura. Principalmente, porque he olvidado lo bien que me hace sentir cuando escupo palabras. Y después, porque...¡debo ampliar mi curriculum! Bueno, ahora en serio, llevaba tiempo pensando en retomarlo, pero nunca encontraba la ocasión perfecta, la misma que me hizo llevar a abrirlo. Y hoy es el día. Así que, comienzo la entrada hablando sobre un libro que me ha tocado fibra. Y no por el argumento, ni por la incertidumbre que consiguen crear algunos libros, ni por las ansias de avanzar. No, la magia se lo lleva el personaje, un pobre hombre que comienza el libro intentando suicidarse y acaba siendo presidente de una de las mejores empresas de Francia. No me iré sin decirte a donde voy. El título ya de por si es sugerente. Y más sugerente fue el párrafo que acompañaba en la revista que leía en aquel momento a la portada del libro (aún me acuerdo, porque esa fue, digamos, la llamada a que me decidiera por comprarlo): " Si sientes que tu vida está a punto de convertirse en rutina, o aún no has tomado esa decisión que tanto te cuesta tomar, o simplemente quieres observar el proceso de evolución que es capaz de llevar a cabo el ser humano en su fuero interno, dirígete a la primera librería que veas".
Eso sí, no quiero hacer creer que se trata de un libro llevadero. Es decir, hay que estar dispuesto, y sobre todo, hay que hacerse muchas preguntas y cuestionar muchas cosas para que el libro te sepa responder. El único sendero que traza es el que lleva a la felicidad, por lo que indaga en los obstáculos que hay que superar para alcanzar una vida plena. La verdad, tardé bastante en leer el libro, normalmente los devoro (mi madre lleva dos años insistiendo que me haga con uno de esos cacharros, los ebooks, pero me niego rotundamente), pero con este me embauqué tanto, que me detenía en varías páginas para volver a leer un párrafo o una frase que me llamaba la atención.
Y por supuesto, para los fumadores, aparece una gran solución para dejar definitivamente el vicio, aunque necesitareis a una persona que tenga un contrato bastante ilimitado de teléfono (leedlo y sabréis de lo que hablo.) ;D


0 comentarios:

Publicar un comentario